Hace semanas -meses- que no doy unos cuantos trotes por ahí y seguramente pasarían otros tantos si no me hubiese dado cuenta de que mi forma física se la debió llevar algún desaprensivo entre tanta marabunta de regalos y turrones.
Con unos diez calurosos graditos en la calle, un ochenta y tantos por cien de humedad y algún quilo de más haciendome compañía la cosa promete ser de todo menos divertida.No importa. ¡Tengo mi radio del todo a cien! -a 0,60 € ahora-, con su par de cascos de calidad -no se cual, pero de alguna calidad serán-.
Por supuesto, usaré mis viejas zapatillas-de-correr™, ese fiel calzado desgastado que me ha acompañado en mis buenos tiempos cuando aun conocía eso que llaman fuerza de voluntad. Hoy volveran a ser mis compañeras, al menos hasta donde aguanten sin deshacerse.
Prometo no peinarme para así ahuyentar a los chorizos de la Malvarrosa (barrio de Valencia). Mi espectral figura saliendo de la oscuridad, con las canillas al aire y completamente de negro, acojonará más que la del mismo Batman cayendo desde el cielo de Gotham con las alas de murcielago desplegadas. O eso espero.
Deseadme suerte.
(To the team): "Go, go, go!"
