Fruto de la composición política del Ayuntamiento de Ibi y de los pactos al inicio de legislatura, todos los Grupos Municipales tenemos representación en algún Consejo Escolar de Centro. Así, en ese reparto, como Concejal de EUPV, me ha correspondido ser el representante municipal en el Colegio Teixereta. En la legislatura pasada el PP no permitió que esta representación estuviese repartida, ostendando ellos todas las representaciones. Esto viene al caso porque el lunes día 21 fui convocado a una reunión extraordinaria del Consejo Escolar. Se trataba de decidir sobre una orden recibida desde Consellería de Educación, que facultaba al centro para completar las becas de comedor.
Para poner en antecedentes, diremos que la Consellería había subido un poco los baremos de concesión de estas becas, y había concedido el 100% de las becas a los alumnos que habían obtenido en la baremación 17 o más puntos, el 70% de la beca a los alumnos que se habían quedado en 16 puntos y el 40% a los alumnos que tenían 15 puntos en esta baremación. Para que os hagáis una idea, para una renta disponible por cada miembro de la unidad familiar de 1.407,26 Euros anuales daba en la baremación 13 puntos. Eso es ser "pobre de pedir", pero de los de verdad. Eso es disponer de 3,85 euros al día por miembro de la unidad familiar para vivir. Prácticamente necesitas ese dinero diariamente en energía eléctrica para que la nevera funcione, tenga dentro lo que tenga.
Lo que ha propuesto la Consellería, autorizando a ello, es que los centros decidan, según su situación financiera y por medio de un acuerdo de su Consejo Escolar, si completan las becas a los alumnos beneficiarios de las becas en un 70 ó 40% de su cuantía. Y ahí está el kit de esta cuestión. Daros cuenta que un alumno que ha merecido una baremación de 15 puntos (y por tanto tiene una beca del 40% del importe de la dieta en el comedor escolar) ya tiene una situación familiar (económicamente hablando) pésima. Y la Generalitat, alegando falta de fondos, concede sólo el 40% de la beca y le dice al cole: "si tú tienes dinero y quieres, paga tú lo que falta de este menú". Muchos de estos alumnos no se estaban quedando en el comedor porque sus padres no estaban pudiendo afrontar el pago de esa diferencia; casi que podemos pensar que en alguno de estos casos el niño en cuestión, de no quedarse a comer en el centro, no hará una comida decente en todo el día.
Y la paradoja es que según a qué centro vaya este alumno, podrá acceder al comedor o no. Porque si el centro tiene la suerte de tener un comedor que funciona financieramente bien, el cole habrá podido ahorrar y obtener algo de superávit con el que financiar esta parte de la beca. Para el Teixereta son poco más de 4.600 euros este curso. Pero si el centro donde está escolarizado es el Pla y Beltrá, por ejemplo, pues no tendrá derecho a que le completen la beca, bien porque la situación financiera del centro no es la misma, bien porque el comedor no genera superávit, y no ha podido asumir la diferencia de la beca otorgada.
Y no os lo perdáis. Si el alumno no va al comedor, pierde el derecho a la beca que le han concedido.
Esto produce un desequilibrio en la igualdad de oportunidades, un desequilibrio que perjudica precisamente a los que no pueden elegir y lo tienen más complicado con esta situación, a los que menos tienen.
A mi entender todo un desafortunado desaguisado, una mala decisión y un recorte que, por injusto, por insolidario y contrario a la igualdad de oportunidades, no tendría que haberse producido nunca.
Para terminar me voy a poner en plan extremista. Un niño que no coma un menú equilibrado diariamente, que presente deficiencias serias en su nutrición en un periodo de tiempo largo, desarrollará con el tiempo más enfermedades que un niño bien alimentado. Eso está demostrado. Alimentar correctamente a los niños, asegurándoles al menos una comida adecuada y completa nutricionalmente hablando le cuesta al Estado 4,25 euros diarios. Si no lo sufraga, pagará mucho más en tratamientos médicos. Desde un punto de vista económico, como parece que sea el que ha tomado la Generalitat, es mucho más rentable financiar el comedor para los niños más desfavorecidos que no hacerlo a largo plazo. Pero estamos en un momento en el que prima el corto plazo, por desgracia.
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